martes, 2 de agosto de 2011

¿DÓNDE ESTÁ DIOS?


¿DÓNDE ESTÁ DIOS? ¿DÓNDE SE ESCONDE?


Primera lectura




Lectura del primer libro de los Reyes (19,9a.11-13a):


En aquellos días, cuando Elías llegó al Horeb, el monte de Dios, se metió en una cueva donde pasó la noche. El Señor le dijo: «Sal y ponte de pie en el monte ante el Señor. ¡El Señor va pasar!» Vino un huracán tan violento que descuajaba los montes y hizo trizas las peñas delante del Señor; pero el Señor no estaba en el viento. Después del viento, vino un terremoto; pero el Señor no estaba en el terremoto. Después del terremoto, vino un fuego; pero el Señor no estaba en el fuego. Después del fuego, se oyó una brisa tenue; al sentirla, Elías se tapó el rostro con el manto, salió afuera y se puso en pie a la entrada de la cueva.




Salmo

Sal 84, 9ab-10. 11-12. 13-14



R/. Muéstranos, Señor, tu misericordia 

y danos tu salvación



Voy a escuchar lo que dice el Señor: 

«Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos.» 

La salvación está ya cerca de sus fieles, 

y la gloria habitará en nuestra tierra. R/.



La misericordia y la fidelidad se encuentran, 

la justicia y la paz se besan;

la fidelidad brota de la tierra, 

y la justicia mira desde el cielo. R/.


El Señor nos dará la lluvia, 
y nuestra tierra dará su fruto. 
La justicia marchará ante él, 
la salvación seguirá sus pasos. R/.


Segunda lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (9,1-5):




Digo la verdad en Cristo; mi conciencia, iluminada por el Espíritu Santo, me asegura que no miento. Siento una gran pena y un dolor incesante, en mi corazón, pues por el bien de mis hermanos, los de mi raza según la carne, quisiera incluso ser un proscrito lejos de Cristo. Ellos descienden de Israel, fueron adoptados como hijos, tienen la presencia de Dios, la alianza, la ley, el culto y las promesas. Suyos son los patriarcas, de quienes, según la carne, nació el Mesías, el que está por encima de todo: Dios bendito por los siglos. Amén.





Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Mateo (14,22-33):



Después que la gente se hubo saciado, Jesús apremió a sus discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaran a la otra orilla, mientras él despedía a la gente. Y, después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar. Llegada la noche, estaba allí solo. Mientras tanto, la barca iba ya muy lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el viento era contrario. De madrugada se les acercó Jesús, andando sobre el agua. Los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, pensando que era un fantasma. 


Jesús les dijo en seguida: «¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!» Pedro le contestó: «Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el agua.» Él le dijo: «Ven.» Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua, acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó: «Señor, sálvame.» En seguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: «¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado?» En cuanto subieron a la barca, amainó el viento.Los de la barca se postraron ante él, diciendo: «Realmente eres Hijo de Dios.»






ORACIÓN- CONTEMPLACIÓN







- HOY, en esta oración, puedo releer la Palabra y quedarme con algunos textos. Por ejemplo:



- «Sal y ponte de pie en el monte ante el Señor. ¡El Señor va pasar!»



- Se oyó una brisa tenue.



- VIENTO, TERREMOTO, FUEGO...



- «Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos.» 


- Subió al monte a solas para orar. Llegada la noche, estaba allí solo.

- «Señor, sálvame.»

- «¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado?»

- «Realmente eres Hijo de Dios.»



Después, me puedo quedar en silencio, encontrándome conmigo misma/o:

Este verano me habré encontrado con alguna actitud mía que no reconocía como tal. Si no ha sido así, le pido al Señor que me muestre algo que en mi vida me pide amor y fe para crecer, para fiarme de Él, algo que me impide dar con confianza un paso nuevo.

Si me facilita la oración puedo preguntarle a Jesús:

HOY ¿Dónde descubro que Tú me llamas?

- Creía que estabas en el ruido del botellón...
- en los cruceros por el Mediterráneo o por el Báltico o sabe dios dónde... o
- en la dependencia de las maquinitas, del pc, del móvil, del alcohol, de la droga...

Pero, Señor, ¿Sé quedarme en silencio y sola/o como Jesús?
Quiero descubrir tu Presencia en mi vida, EN LOS MÁS NECESITADOS, POBRES, Y ABANDONADOS, en la Iglesia, en el mundo.
mlred-en


HOY nos dice Mª Celeste Crostarosa:

¿Qué era yo antes de que tú hubieras hablado a mi corazón, sino un mármol durísimo? Pero después que me has hablado, me has dado el ESPÍRITU DE VIDA.
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