sábado, 31 de julio de 2010

PREMIO DARDOS ¡Gracias!

Rafa, del blog LA SINAGOGA DE CAFARNAÚN ha premiado el Blog Escuela.Taller de Oración VIVA MEMORIA. Como acaba de arrancar el blog y tengo pocos seguidores los comparto con ellos. No puedo hacer otra cosa. ¡Muchas gracias! Que el Evangelio sea conocido y amado. Y nosotros seamos meros instrumentos al servicio de la VIDA.
¡Muchas gracias!

Este premio se le da a lols blogs que tienen valores humanos, culturales, éticos, sociales...
Se lo doy a: 

ttp://wwwlacasadelossueoscom-guy.blogspot.com/ LA CASA DE LOS SUEÑOS QUE SE VAN HACIENDO REALIDAD.


http://notasdeunamujerquecamina.blogspot.com/ DE UNA MUJER

http://deartesanred-en.blogspot.com/  DEARTE+SANA RED-EN

http://otromundoesposibletestimonios-gui.blogspot.com/ OTRO MUNDO ES POSIBLE-TESTIMONIOS

http://estasentucasa-red-en.blogspot.com/ ¡PASA Y DESCANSA! ¡ESTÁS EN TU CASA!
 

jueves, 29 de julio de 2010

BAJE A NOSOTROS LA BONDAD DEL SEÑOR





Las lecturas del Domingo  serán casi siempre los textos que podremos  utilizar para la oración comunitaria o personal semanal.  

Lecturas Domingo 18 del Tiempo Ordinario - Ciclo C
Lectura del libro del Eclesiastés (1,2;2,21-23):

¡Vanidad de vanidades, dice Qohelet; vanidad de vanidades, todo es vanidad! Hay quien trabaja con sabiduría, ciencia y acierto, y tiene que dejarle su porción a uno que no ha trabajado. También esto es vanidad y grave desgracia. Entonces, ¿qué saca el hombre de todos los trabajos y preocupaciones que lo fatigan bajo el sol? De día su tarea es sufrir y penar, de noche no descansa su mente. También esto es vanidad.




Sal 89

R/. Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.

Tú reduces el hombre a polvo, diciendo: 
«Retornad, hijos de Adán.»
Mil años en tu presencia son un ayer, que pasó; 
una vela nocturna. R/.

Los siembras año por año, 
como hierba que se renueva: 
que florece y se renueva por la mañana, 
y por la tarde la siegan y se seca. R/.


Enséñanos a calcular nuestros años, 
para que adquiramos un corazón sensato. 
Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo? 
Ten compasión de tus siervos. R/.

Por la mañana sácianos de tu misericordia, 
y toda nuestra vida será alegría y júbilo. 
Baje a nosotros la bondad del Señor 
y haga prósperas las obras de nuestras manos. R/.



Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses (3,1-5.9-11):

Ya que habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios; aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está con Cristo escondida en Dios. Cuando aparezca Cristo, vida nuestra, entonces también vosotros apareceréis, juntamente con él, en gloria. En consecuencia, dad muerte a todo lo terreno que hay en vosotros: la fornicación, la impureza, la pasión, la codicia y la avaricia, que es una idolatría. No sigáis engañándoos unos a otros. Despojaos del hombre viejo, con sus obras, y revestíos del nuevo, que se va renovando como imagen de su Creador, hasta llegar a conocerlo. En este orden nuevo no hay distinción entre judíos y gentiles, circuncisos e incircuncisos, bárbaros y escitas, esclavos y libres, porque Cristo es la síntesis de todo y está en todos.


Colecta
Señor Dios nuestro:
Como San Ignacio de Loyola
hemos aceptado tu invitación
para seguir a tu Hijo Jesús 
como discípulos suyos
y para ofrecer todo lo que hacemos
para tu Mayor Gloria.
Danos la fuerza de tu Espíritu
para no buscarnos a nosotros mismos
y para aceptar nuestra misión en la vida
con todas sus consecuencias. 
Estamos seguros de que así
Jesús nos llevará hacia ti, 
nuestro Dios bondadoso,
que vives y reinas 
por los siglos de los siglos.



Lectura del santo evangelio según san Lucas (12,13-21):

En aquel tiempo, dijo uno del público a Jesús: «Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia.»
Él le contestó: «Hombre, ¿quién me ha nombrado juez o árbitro entre vosotros?»
Y dijo a la gente: «Mirad: guardaos de toda clase de codicia. Pues, aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes.»
Y les propuso una parábola: «Un hombre rico tuvo una gran cosecha. Y empezó a echar cálculos: "¿Qué haré? No tengo donde almacenar la cosecha." Y se dijo: "Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y almacenaré allí todo el grano y el resto de mi cosecha. Y entonces me diré a mí mismo: hombre, tienes bienes acumulados para muchos años; túmbate, come, bebe y date buena vida." Pero Dios le dijo: "Necio, esta noche te van a exigir la vida. Lo que has acumulado, ¿de quién será?" Así será el que amasa riquezas para sí y no es rico ante Dios.» 

REFLEXIÓN:
Comentario al Evangelio del Domingo 01 de Agosto del 2010
Fernando Torres Pérez cmf

Renunciar a tener para compartir lo que tenemos
      Una de las críticas más habituales a nuestro mundo es que hemos caído en un materialismo atroz, que el consumismo nos domina, que nos dejamos llevar por el mero ansia de tener más....La verdad es que ese deseo no pertenece sólo a nuestro mundo. Ha estado siempre en el corazón de toda persona humana. A veces agazapado y a veces al descubierto. A veces controlado y a veces convertido una fiera salvaje que domina sobre el resto de la persona.

      Ese deseo tiene mucho que ver con la búsqueda de la seguridad, con la necesidad de luchar para sobrevivir en un mundo hostil. Así ha sido desde los primeros momentos de la historia de la humanidad. Ya entonces tener un arma de metal era mejor que tener una maza de piedra. Se trabajaba mejor la tierra, se podía cazar más, la defensa ante los peligros era más factible... Por lo mismo, era mejor tener un muro de piedra en torno a la morada familiar que una empalizada de troncos. Y así podíamos seguir. 

      Los que hoy buscan tener más no hacen otra cosa que dejarse llevar por ese antiguo deseo de sentirse seguros. Un buen coche, una buena casa, las mejores ropas... todo eso significa básicamente una buena posición en la sociedad, donde uno es respetado, donde sus derechos se defienden más fácilmente. 

Tener cosas es renunciar a otras...
      Claro que dejarse llevar por ese deseo supone renunciar a otras cosas. Posiblemente a demasiadas cosas. Algunos no se dan cuenta de lo pesadas que pueden ser esas renuncias hasta que se encuentran que, rodeados de las mejores y más caras cosas de este mundo, siguen estando solos. Peor. Están más solos que nunca. Otro sí se dan cuenta y paran a tiempo la carrera para no renunciar a otros bienes que también son muy necesarios como las relaciones humanas, la familias, la amistad, la solidaridad, etc. 

      Recuerdo a un amigo. Tenía un buen trabajo. Estaba contento. Dedicaba unas horas al día a su trabajo pero también tenía tiempo para su familia, para su mujer y sus hijos. Le llamaron de otra empresa. Le ofrecieron un puesto de trabajo mejor. El salario era mucho mayor, más de doble del que tenía. Pero entre las condiciones de trabajo figuraba que tenía que tener una disponibilidad 24 horas. En aquel tiempo en que todavía no existían los móviles, aquello significaba un busca y un fax en casa. Lo pensó, lo habló con su familia, y concluyó que era mejor dejarlo. Iba a tener mucho más dinero pero la familia se le iba a quedar atrás. Prefirió renunciar al dinero y no renunciar a estos otros valores que tanto contribuyen al bienestar y la felicidad de las personas. 

El pan de mi hermano 
      Dicho esto, también hay que tener muy presente que para una gran parte de la humanidad, el deseo de tener cosas materiales no es precisamente caer en el materialismo sino simplemente la necesidad de sobrevivir. Es decir, para muchos de nuestros hermanos y hermanas el pan de mañana es una incógnita, es un verdadero y auténtico problema que no se soluciona sino entregándose al trabajo sin medida, a cualquier trabajo. Hay demasiadas familias en nuestro mundo que sobreviven con lo mínimo. Hay demasiados niños que trabajan en los basureros de las grandes ciudades del Tercer Mundo rebuscando las tapas de plástico de las botellas que otros han desechado para poder asegurarse algo de comida al día siguiente.

      Nos tenemos que guardar de la codicia pero no porque lo material sea malo en sí mismo. Sino porque lo material se puede interponer entre nosotros y los hermanos necesitados. Debemos tener muy presente que no hay nada más espiritual que el pan que satisface el hambre de mi hermano. Los que amasan riquezas solamente para sí son verdaderos necios que se pierden lo mejor de la vida. Y, de paso, se pierden a sí mismos. 

      El trabajo cobra sentido desde esta perspectiva. Es una forma de crear riqueza que sirva para satisfacer las necesidades de todos. Es una forma de construir el Reino, de crear fraternidad. Sólo así el trabajo es creador de vida. Despojarse del hombre viejo, como nos pide san Pablo, es hacernos capaces de controlar esa avaricia que nos correo, es intentar no caer en la búsqueda de nuestra seguridad sobre todas las cosas y esforzarnos por abrir la mano a los hermanos. Ahí es donde encontraremos la verdadera seguridad: en el amor, en el cariño, en la relación, en la fraternidad.

VANIDAD DE VANIDADES
por Neptalí Díaz Villán CSsR.
Publicado por Misioneros Redentoristas
El estrés y la depresión se han vuelto el pan de cada día para un gran número de personas de nuestro tiempo. “¡Qué estrés!”, “¡estoy con la `depre´!”, escuchamos con mucha frecuencia. Claro que estar con la “depre” y sufrir de depresión son dos cosas muy distintas. La depresión es un síndrome caracterizado por una tristeza profunda y por la inhibición de las funciones psíquicas, a veces con trastornos neurovegetativos. Para estos casos es necesario el tratamiento con un psiquiatra. La “depre”, en el argot popular, es más una tristeza pasajera, una crisis existencial o un sentimiento de frustración por algo o por alguien…

Por el contenido general del libro Eclesiastés, pareciera que su autor hubiera estado con la “depre” cuando lo escribió. En la literatura bíblica normalmente encontramos palabras de aliento, de ánimo y de fuerza en medio de la lucha. Pero este es un libro profundamente escéptico y crítico de las luchas humanas. Cuestiona fuertemente la doctrina de la retribución, según la cual el hombre bueno recibe bienes y el malo recibe males. La sabiduría, tan elogiada e impulsada en otros libros sapienciales, aquí se interroga y es puesta en entredicho. Este libro no deja títere con cabeza. Todas las realidades humanas son vistas en este libro, con el lente del escepticismo, como cuando tenemos la “depre”. Lo único que le hace falta es cantar el popular canto infantil: “nadie me quiere, todos me odian, me voy a comer un gusano. Le quito la cabeza, le quito las patitas y uhm, ¡qué rico gusano!... ”

El libro de Cohelet o Eclesiatés, muestra la realidad de un hombre decepcionado y cansado de luchar. Un hombre que ha sido testigo de la explotación y la frustración. Él sabe lo que significa trabajar y fatigarse para que otros disfruten. Ha visto cómo muchas personas justas no encuentran descanso y alegría plena, y otras personas injustas terminan dominando, explotando y disfrutando aquello que no se merecen por sus actos. ¿Dónde queda la doctrina de la retribución? ¿Será verdad aquello de que, “el que la hace la paga”?

Esa realidad de frustración hace que el autor reflexione, generalice y descubra lo superfluo de las cosas, aún en aquellas cosas consideradas más sublimes, como la sabiduría. Ante todo el panorama el autor se pregunta: “¿Qué provecho saca el hombre de todos los afanes que persigue bajo el sol?” (1,3). De la misma realidad saca su respuesta: “vanidad de vanidades, todo es vanidad” (1,2). Con este lente recorre todas las esferas de la vida humana: trabajo, riqueza, dolor, alegría, decepciones, religión, justicia, sabiduría, ignorancia, el tiempo, la muerte… ¡todo! En todo busca una respuesta a su pregunta y siempre llega a la misma conclusión: “Todo es vanidad”. (1,17; 2,1.11.17.20.23. 6; 12,8).

¿Qué podemos aprender de este libro? Podríamos pensar que no debería estar en la Biblia por su voz disidente, escéptica y crítica, no sólo frente a toda la tradición sapiencial sino ante toda la vida. Podríamos pensar que no es recomendable, sobre todo para aquellos creyentes que sólo piensan en el éxito porque el Dios de la vida está con ellos. Podríamos pensar que es poco religioso porque invita no más a comer y a beber, porque eso es lo único que le queda al hombre. Como decimos popularmente: “comamos y bebamos que mañana moriremos”.


Pero vale la pena rescatar varias cosas. Es admirable que un libro totalmente diferente a los demás, se encuentre en la Biblia. No vamos a encontrar en este libro frases célebres para recordarlas y hacerlas vida todos los días. No vemos consejos sabios y prácticos. Éste es un libro que nos lleva sobre todo a pensar y a cuestionarnos sobre lo que estamos haciendo y el para qué de cada cosa, inclusive de la fe, de la religión, de Dios, de los hijos, de la bondad, de unos mismo, de todo.

¿Realmente es bueno ser “tan bueno” o “tan bondadoso”? ¿Cuándo pasamos de la bondad a la “pendejada”? ¿Es realmente buena aquella madre que se desvela toda la noche esperando a que su hijo irresponsable llegue borracho y drogado a las 3 o 4 de la mañana, para abrirle la puerta y darle de comer? ¿Qué logra con eso? ¿No es mejor ser sencillos como palomas y prudentes como serpientes? (Mt 10,16) ¿Realmente somos lo que creemos ser, o nos hemos dedicado a bailar todo el tiempo el baile de las máscaras? ¿Realmente es mejor ser creyente que ateo? ¿Para qué me ha servido creer? ¿Qué le aporta la fe en Jesús a mi humanización?

En medio de tanta vanidad, el autor rescata un detalle: el sabor de las cosas sencillas y el disfrute de la vida ordinaria: “… lo que uno puede esperar es comer y beber, y gozar del fruto de su trabajo, durante los contados días de su vida… todo esto es don de Dios” (5,17.19).


Cuidado con la codicia

Este evangelio no es una defensa de la irresponsabilidad, del descuido de las cosas, ni de la mediocridad con la que muchas personas administran los bienes materiales y la vida misma. Jesús reprochó la actitud del hombre holgazán que no hizo producir su talento sino que lo enterró, y además intentó justificar su desidia con la dureza de su patrón (Mt 25,14-30). Por supuesto que es necesario aprovechar al máximo los recursos para hacer realidad nuestras empresas. Pero la utilización de los talentos de manera egoísta, avara y codiciosa, es una de las cosas que más destruyen al ser humano. Y fue de lo que Jesús quiso prevenir a sus discípulos y a toda la humanidad, con ésta y otras parábolas.

Un hombre acudió a Jesús para que le dijera a su hermano que debía compartir la herencia con él. Un caso que infortunadamente se sigue repitiendo entre nosotros, porque muchas veces ponemos nuestra confianza en el dinero y hacemos de él nuestro más preciado bien. Peleas, discordias, injusticias y hasta muertos entre hermanos, ha ocasionado tal señorío del dinero.

Jesús no se detuvo en detalles, pero tampoco evitó intervenir en situaciones reales. No pretendió saberlo todo y solucionar todos los problemas de los demás con una varita mágica, pero tampoco invitó a la resignación ante las injusticias. No desencarnó ni espiritualizó la fe. No fue un doctor en la Ley que supiera todos sus vericuetos, ni un charlatán, demagogo, sabelotodo como aquellos que abundan en las esquinas, en los corrillos y hasta en las altas esferas del poder. Con seguridad ignoraba muchas cosas, pero aprovechó la situación de estos dos hermanos para descubrir el núcleo del problema: la codicia. Cuando ésta se apodera del corazón humano, lo hace desconocer a Dios y lo obliga a vender todo, hasta lo más valioso: la familia, los amigos, la naturaleza, la humanidad en general, la vida misma.

En el monólogo del granjero exitoso y necio, podemos ver claramente la autosuficiencia y el egoísmo que generó en él la prosperidad. Jesús hizo ver la incapacidad que tiene la riqueza para hacer realmente feliz al ser humano.

En el Evangelio está claro que Jesús no estuvo contra la riqueza. Con el dinero se puede ayudar a aquellos necesitados (Mt 6,3-4), compartir con los más pobres (Mt 19,20-21) y pagar para que sigan atendiendo a un convaleciente (10,33-36). Con abundancia de dinero se puede pagar lo correcto a los trabajadores y además ser generosos con ellos (Mt 20,1-16). Inclusive, algo aparentemente banal: con dinero María, la hermana de Lázaro, pudo comprar el costoso perfume para manifestar su amor por el Maestro (Mc 14,4-5).

¡El problema no es el dinero! El problema nace cuando se dedican todas las energías, todo el tiempo, todos los talentos y toda la vida a la acumulación de éste, y se descuidan la familia, la salud, el amor, la amistad, la vida misma. El problema surge cuando se desconocen las necesidades de los que más sufren; cuando se participa todos los días en suculentos banquetes y se ignoran totalmente a los pobres que se mueren de hambre, como en el caso del rico Epulón (Lc 16,19-31). Cuando se hacen grandes planes de crecimiento económico únicamente con un fin materialista, egoísta, y hedonista, que nos hace ciegos o indiferentes ante las necesidades de los demás, como ocurre con el necio granjero exitoso de la parábola de hoy (Lc 12,13-21). Hay problema cuando se roba y vende al amigo y al maestro, como lo hizo Judas (Mc 14,10-11; Jn 12,6). Cuando el dinero se usa para la ostentación y para ganar la fama de bondadosos (Mc 12,41-44). En últimas, el problema existe cuando se pone toda la confianza en él y se tiene como valor supremo, por encima de la vida. Cuando esto pasa, el dinero se convierte en un Señor que compite con Dios. Y nadie puede servir a dos señores (Lc 16,13).

El problema no fue la buena cosecha del granjero. El problema no fue ni siquiera haber derribado los graneros pequeños para construir otros más grandes y almacenar la cosecha. Al principio pareciera que este hombre actuara con sensatez y prudencia, pues pensaba en su futuro.

Pero luego la parábola da un giro extremo: “Luego podré decirme: `Amigo, tienes muchas provisiones en reserva para muchos años: descansa, come, bebe y date a la buena vida`” (v.19). Aquí desaparecen todos, hasta el mismo narrador de la parábola. El mismo rico se convierte en narrador. El problema fue el individualismo extremo con el que planeó su vida, sostenido únicamente por su riqueza y totalmente de espaldas a los demás seres humanos. Todo lo que no fuera él mismo, quedaba excluido de su futuro, de sus planes, de su vida. No pensaba en nadie más que en sí mismo. Para él la cosecha no era el fruto del trabajo de sus trabajadores, ni un don de Dios que es preciso compartir con los demás, sino un producto que le permitía llevar una vida tan placentera como vacía de sentido humano. Él sólo pensaba en satisfacer sus instintos primarios: “descansa, come, bebe y date a la buena vida”.

Ahí intervino Dios: “Pero Dios le dijo: `Insensato, esta misma noche te van a reclamar la vida. Lo que tienes preparado, ¿para quién va a ser?´ (v.20). Él mismo se felicita y se llama amigo. ¿Amigo de quién? ¡De nadie! Por eso Dios lo llama insensato. La cosecha en esa cultura, más cuando era abundante, era considerada un don de Dios. Él la veía sólo para sí mismo: “tienes muchas provisiones para muchos años”. Dios le advirtió: “Esta misma noche te van a reclamar la vida”. Y termina diciendo: “Así será el que amasa riqueza para sí y no es rico para Dios”.

La propuesta de Jesús no es una vida miserable en la que todos sufran, ni una vida espiritualista, ascética y antihedonista. Él mismo participó muchas veces de banquetes y fiestas, inclusive, hasta fue criticado por su supuesta vida licenciosa (Mt 11,18-19). Su gran utopía es que la abundancia de los bienes sea tomada como una gran bendición para beneficio de todos. Por supuesto que el trabajador merece su salario y el buen administrador de los dones de Dios debe ser premiado. Su gran utopía invita a que del individualismo rastrero y egoísta se pase a una vida comunitaria y abierta a los demás. A que el dinero deje de ser el centro hacía el cual gira toda la vida y en él se ponga al ser humano y a todos los seres humanos. Su gran utopía invita a que del hedonismo narcisista y egoísta, se pase la vivencia de un amor solidario y servicial, a un disfrute de la vida y de los placeres de la naturaleza, sin desconocer ni anular a los demás seres humanos.

Vale la pena que le echemos una mirada a nuestro mundo y a nuestros intereses personales, a la luz de este evangelio…

Vale la pena destacar también la experiencia de muchas personas, que utilizan su abundante cosecha no sólo como una manera de crecer como empresarios sino con un gran sentido social. Conozco por boca de otros y en persona, algunos empresarios y microempresarios, industriales y microindustriales que tienen un gran sentido humano, comunitario y social. Animados por una gran experiencia de fe, algunos de ellos, ven su buena cosecha como un don de Dios que debe ser bien administrado. Esos son, entre otros, los administradores buenos y fieles (Mt 25-14-30)

Para hacer realidad este evangelio, es necesario primero hacer realidad la invitación de Pablo a la comunidad de Colosas: morir al hombre viejo y nacer al hombre nuevo. (2da lect. Col 3,1-5.9-11). El hombre viejo es el que está cargado de egoísmo, desorden sexual, impureza de corazón, codicia y avaricia. El hombre nuevo nacido, en Cristo, configura su vida a imagen de Jesús, el hombre perfecto. Por eso es capaz de amar, de servir, de construir y de disfrutar la vida en plural.
Publicado por CAMINO MISIONERO

Oración después de la Comunión

Señor Dios nuestro:
En esta eucaristía nos has inspirado
con la palabra y con el cuerpo de Jesús.
Que el mismo Jesús nos otorgue
su Espíritu de discernimiento
para que nos percatemos claramente
de la tarea que tenemos ante nosotros
y nos entreguemos a ella con sabiduría,
total dedicación y sin miedo ni vacilación,
por que sabemos que estamos colaborando
en tu trabajo redentor,
tú que eres nuestro Dios
de vida y salvación,
por los siglos de los siglos.



¡Oh mi querida Sabiduria!
Vive, pues, sola, en mi vida.
ya que fuera de mi no hay vida.
 Si no renuncio a mí misma
¿a qué renuncio sino a algo que no existe?
¿Qué soy yo y el mundo entero puesto que fuera de tí
ni ser ni virtud ni criaturas ni cosa alguna
que sea VIDA VERDADERA.
M Celeste Crostarosa - D. 7 

1. Puedo empezar la oración cantando, por ejemplo:
    ¡OH POBREZA, FUENTE DE RIQUEZA! ¡OH SEÑOR, SIÉMBRANOS ALMA DE POBRE! (TAIZÉ).

2. Si somos un grupo o comunidad podemos escoger unas lecturas: p.e.   El Evangelio del Domingo, algún comentario cortito, o alguna noticia de actualidad y alguna lectura de M. Celeste.

Si hago la oración personal es mejor leer antes los textos y mantener durante el día un clima de silencio y de atención para propiciar la interioridad y el encuentro con la Presencia Amorosa.

3. Es importante también que vayamos cuidando las actitudes que vayan favoreciendo la actitud contemplativa, por ejemplo, hoy cuidando la actitud de desprendimiento y disponibilidad: nuestra verdadera riqueza es JESÚS.

4. Me expongo el tiempo previsto. No el que me apetece. Tiene una razón. Si me dejo llevar de la sensibilidad, habrá veces que me quede un montón de tiempo cuando viva una experiencia de consolación y me quedaré poco cuando el encuentro sea árido.  Sin embargo, es importante permanecer junto al Señor. Él se nos dará cuándo menos me lo espere.

5. Si somos un grupo se puede buscar un símbolo que favorezca la comunicación.

6. Termino p.e. con el mismo canto que empecé: Oh pobreza

sábado, 24 de julio de 2010

DABAN TESTIMONIO DE LA RESURRECCIÓN y ORABAN: PADRE NUESTRO




- PISTAS  PARA ORAR,
- ORACIONES PARA EL CAMINO
- RECURSOS:

PUEDES VISITAR LA WEB DE LAS HERMANAS: http://www.redentoristasmonasterio.org/
                                  
Hech.  4,33; 5, 12.27-33; 12,2: Los Apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor con mucho valor. ... Decidieron acabar con ellos. El rey herodes hizo pasar a cuchillo a Santiago, hermano de Juan.

Sal 66, 2-8: Oh Dios que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben.

2 Cor.4,7-15: La muerte está actuando en nosotros y la vida en vosotros.

Mateo 20, 20-28: Mi cáliz lo beberéis pero sentaros a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para los que tiene reservado mi Padre. El que quiera ser el más grande entre ustedes, sea el servidor.

REFLEXIÓN:

Para la fiesta del Apóstol Santiago.FIESTA DE SANTIAGO APÓSTOL PISTAS PARA ORAR:


En el Evangelio de hoy, la petición de la madre de los Zebedeos genera en los otros discípulos indignación, recelo y división. Esta situación la aprovecha el maestro para corregir pedagógicamente los fallos de los discípulos. Frente al egoísmo de todos, el maestro pronuncia unas reflexiones sobre el nuevo concepto de la autoridad transfigurada en servicio. Su pensamiento se desarrolla en tres estrofas: 


"Los jefes de las naciones las tiranizan y los grandes las oprimen". Jesús coloca el énfasis en la manera como se impone la autoridad en el régimen político de las naciones. Esta manera de ejercer la autoridad no puede ser el modelo de las relaciones en la comunidad de los discípulos. 


"El que quiera ser el más grande entre ustedes, sea el servidor". Esta sentencia de Jesús esta en paralelo de contraste con "los jefes de las naciones" que ocupan un puesto de dirección y responsabilidad. Jesús no quiere una comunidad sin autoridad, pero pone como condición a quienes la ejerzan que han de tener un alma de pobre y una actitud de servicio como un esclavo. El candidato a ser "el primero" deberá hacerse servidor y esclavo de todos, porque la novedad del espíritu de gobierno, según el Evangelio, está en servir incondicionalmente a los otros. 


"El Hijo del Hombre no vino a ser servido, sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos". Con estas sentencias, Jesús autodefine su misión como servicio y entrega de la propia vida por los demás. Con esto queda claro lo que quiso decir Jesús al hablar de su "cáliz". Se corrige la falta de inteligencia de los que soñaban con los primeros puestos en el Reino y se ponen las condiciones para ser parte de la comunidad de los discípulos. 


El ejemplo de Santiago y de los otros discípulos nos exige a todos nosotros el construir otro tipo de vida eclesial, donde la autoridad se ejerza como servicio y no como privilegio; jerarquía o autoridad, donde seamos capaces de entregar la propia vida por el hermano empobrecido como lo hizo el mismo Jesús, que no vino a ser servido sino a servir y a dar la vida en rescate por todos.


J. Mateos-F. Camacho, El evangelio de Mateo. Lectura comentada, Ediciones Cristiandad, Madrid


http://www.mercaba.org/DIESDOMINI/FIESTAS/SANTIAGO/HO-3-4.htm
http://www.betania.es/historico/437-17dom-santiago/index.htm
http://caminomisionero.blogspot.com/


≡ El Camino de las Estrellas ≡



1. El Camino de las Estrellas


Desde el origen de la civilización, los cuerpos celestes determinan la organización del tiempo. Gracias al sol, la luna y las estrellas ahora sabemos que la estación en la que nos encontramos es el verano, y que este día es 25 de julio, fiesta del Patrón Santiago.


Gracias a las estrellas sabemos también que hombres de Dios, cristianos antepasados nuestros, hallaron en un campo las reliquias del primer Apóstol mártir. Aquel lugar sigue llamándose "campo de las estrellas" porque aún sigue siendo un lugar señalado, un espacio mágico y sobrenatural al que cada persona puede encaminarse, guiado únicamente por el brillo de la meta. Allí, quien corona la peregrinación, es de nuevo iluminado por el poder de Cristo.


2. Otras historias de estrellas


Ver estrellas e interpretar prodigios no es algo nuevo para los creyentes. Abraham contó miles de estrellas, signo del innumerable pueblo que Dios le prometía en la noche. Tres astrónomos siguieron una estrella para dar alcance al Mesías prometido por las Escrituras y los astros.


Las estrellas nos recuerdan que hay señales a nuestro alrededor. Que Dios no es mudo, y que a veces los mensajes vienen escondidos en acontecimientos o señales que nos deslumbran y envuelven con su resplandor.


3. La meta es brillar, pero al estilo de Cristo


Y los Magos, que siguieron la estrella, la vieron pararse sobre una casa en la que Jesús se encontraba en los brazos de su Madre. Y al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría. Y adoraron a Jesús, igual que los peregrinos de hoy se arrodillan ante el sepulcro del Testigo Fiel que proclamó el Evangelio en los confines de la tierra conocida.


Pero adora quien recorre un camino, quien sigue las señales y percibe que solo la humildad y la generosidad son vía recta y segura que conduce a la felicidad. El camino del discípulo, del apóstol, del misionero, del seguidor de Cristo, siempre conduce al servicio a los demás. Es una peregrinación 'hacia abajo'.
L. Del Otero Sevillano CSsR

http://www.redentoristas.org/lapalabra/C%20Dom%20TO17%20(25-07-10).html
http://www.mercaba.org/DIESDOMINI/FIESTAS/SANTIAGO/HO-3-4.htm
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http://www.betania.es/historico/437-17dom-santiago/index.htm
http://www.acogerycompartir.org/Palabra/2010/index.html

Domingo XVII Tiempo Ordinario Ciclo C

Lucas 11, 1-13:
Un día, Jesús estaba orando en cierto lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: «Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó a sus discípulos».
Él les dijo entonces: «Cuando oren, digan:


Padre, santificado sea tu Nombre,
que venga tu Reino,
danos cada día nuestro pan cotidiano;
perdona nuestros pecados,
porque también nosotros perdonamos
a aquéllos que nos ofenden;
y no nos dejes caer en la tentación».


Jesús agregó: «Supongamos que alguno de ustedes tiene un amigo y recurre a él a medianoche, para decirle: "Amigo, préstame tres panes, porque uno de mis amigos llegó de viaje y no tengo nada que ofrecerle", y desde adentro él le responde: "No me fastidies; ahora la puerta está cerrada, y mis hijos y yo estamos acostados. No puedo levantarme para dártelos". Yo les aseguro que aunque él no se levante para dárselos por ser su amigo, se levantará al menos a causa de su insistencia y le dará todo lo necesario.


Dios es Padre, es fundamento de todo lo que yo soy.
Como Padre es el único modelo al que debo imitar.
Mi plenitud consiste en imitarle.
Cuando sea capaz de experimentar que el Padre y yo somos uno,
habrá terminado mi camino de perfección.
Como Padre de todos, todos participamos de lo que Él es.
Somos todos hermanos.
Somos una sola cosa en Él.
Éste es el fundamento del amor que nos pide Jesús.


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¡Amado bien de mi alma,
fuego consumidor,
y arrebatadora garantía!!
Al recibir tu corazón,
que nuevamente me has dado,
¡Oh bien mío!
puedo decir que eres mi propio corazón
con toda verdad.
¿Cómo te contentas con venir
a un hogar tan pobre?
No puedo ni sé hacer otra cosa que darme a ti
con una entrega irrevocable.
M. Celeste - D 7







1. Leo la Palabra de Dios y
hago unos minutos de silencio.


2. Si no me resulta suficiente leo algún comentario a la Palabra.


3. Me quedo con lo que me haya llegado al corazón o lo que me  haya dado el Señor.


4. Termino la oración dándole gracias por todo lo que hace conmigo y con nosotros.


Si hago oración comunitaria puedo empezar con un canto que nos ayude a silenciarnos, tipo Taizé, y puedo intercalar esa u otra antífona en el tiempo de la oración. Termino, p.e. Con el Magnificat.

Si me acostumbro a un cierto ritmo, lugar y tiempo seguiré creciendo en la oración.

TÚ Y LO QUE EL ESPÍRITU HAGA EN TI

¡BIENVENIDA Y BIENVENIDOS A ESTE RINCÓN DE ORACIÓN DE UNA REDENTORISTA!

0RAR estar es estar con Dios, con alguien que nos ama entrañablemente.

Cuando permanezco constante en esta relación Dios me va llevando de sorpresa en sorpresa, como en una relación de amistad vamos conociendo más y más a la persona amada.

Este taller estuvo en la página del blog de M. Celeste Crostarosa: 
¿UNA MUJER AÚN DESCONOCIDA PARA NOSOTR@S? I

Y en:
UNA MUJER AÚN DESCONOCIDA II

Por razones personales no he podido abarcar todos los blogs que llevo. Aquí quiero añadir también textos que ayuden en la formación de la oración generales y también más específicos crostarosianos.

¡EL QUE ENCUENTRA UNA PERLA ENCUENTRA UN TESORO!
Va, vende lo que le impide conseguirlo y la compra...

¿Qué me pide Jesús que vaya vendiendo para que él sea mi auténtico TESORO?

Me gustaría que fuera participativo e interactivo en la medida de lo posible. Procuraré que los Jueves esté en la red el guión de la oración... LO MÁS  IMPORTANTE ERES TÚ Y LO QUE EL ESPÍRITU HAGA EN TÍ.   SOY YO Y LO QUE EL SEÑOR HAGA EN MÍ,EN NOSOTROS.

PADRE NUESTRO,
QUE ESTÁS EN EL CIELO,
SANTIFICADO SEA TU NOMBRE.
VENGA A NOSOTROS TU REINO.
HÁGASE TU VOLUNTAD,
ASÍ EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO.
EL PAN NUESTRO DE CADA DÍA DÁNOSLE HOY.
PERDÓNANOS NUESTRAS DEUDAS
COMO TAMBIÉN NOSOTROS
PERDONAMOS A LOS QUE NOS OFENDEN.
NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN
MAS LIBRANOS DEL MAL. AMÉN.