jueves, 16 de mayo de 2013

¡VEN, ESPÍRITU DE DIOS!


Domingo de Pentecostés

Domingo 19 de Mayo del 2013

Nos reunimos los cristianos,  a invocar al Espíritu de Dios que venga a nuestro mundo, como diría Mafalda, lleno de tiritas, lleno de dolor y de esperanza. “La creación sufre dolores de parto” cfr. Rom.8
Los discípulos de Jesús le escucharon cada uno en su propia lengua. ¡Claro! Quedaron desconcertados. ¿Quién será ese que nos enseña un lenguaje común y a la vez diferente? ¿Quién ese que nos envía a distintos países a hablar el lenguaje de pueblos y personas que no conocemos pero que ya amamos? ¿Quién es ese que nos dice que “hay diversidad de dones, pero un mismo Espíritu”? ¿Quién ese que viene a darnos la paz y a enviarnos a un mundo deshecho por las tensiones, los conflictos, el hambre? ¿Quién este que nos libera de nuestros miedos y parálisis, que nos da la fuerza para desprendernos de nuestras posturas consumistas y esclavas del dinero y nos fortalece en la construcción de un mundo más justo? ¿Quién es ese que nos ayuda a ser más creativos y solidarios con los más desheredados de nuestro mundo?...
La lectura de la Palabra y la reflexión de J.A. Pagola nos ayudarán a conocerlo mejor pero, sobre todo, la experiencia de la Eucaristía y de la oración que penetra nuestro corazón y nos da la fuerza de ser sus testigos. ¡Feliz Pentecostés! 
GÓZATE DE LA PRESENCIA DEL ESPÍRITU EN TU VIDA.
DÉJATE LLENAR DEL GOZO DEL AMOR. 
EL ESPÍRITU ES AMOR.
ACUÉRDATE: La Palabra y los comentarios son preparación remota de la oración. Durante la misma déjate llevar del Espíritu. Permanece ahí dónde Él te indique. 




Oración colecta
Oh Dios, Padre nuestro:
Haz, te pedimos, que el Espíritu Santo 
nos sorprenda con el don del ardor y del vigor cristianos;
que nos rejuvenezca y nos renueve
como lo hizo con los miembros de la Iglesia recién nacida.
Que tu Espíritu renueve nuestros días, nuestro amor y nuestra vida; 
que nos traiga ternura y alegría
junto con apertura y acogida para con todos;
que nos fortalezca con valentía y coraje 
para defender y apoyar todo lo que es recto y justo. 
Que el mismo Espíritu nos una en su amor y nos lleve a ti.
Todo esto te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. 



Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles (2,1-11):

Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De repente, un ruido del cielo, como de un viento recio, resonó en toda la casa donde se encontraban. Vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se repartían, posándose encima de cada uno. Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar en lenguas extranjeras, cada uno en la lengua que el Espíritu le sugería. Se encontraban entonces en Jerusalén judíos devotos de todas las naciones de la tierra. Al oír el ruido, acudieron en masa y quedaron desconcertados, porque cada uno los oía hablar en su propio idioma.
Enormemente sorprendidos, preguntaban: «¿No son galileos todos esos que están hablando? Entonces, ¿cómo es que cada uno los oímos hablar en nuestra lengua nativa? Entre nosotros hay partos, medos y elamitas, otros vivimos en Mesopotamia, Judea, Capadocia, en el Ponto y en Asia, en Frigia o en Panfilia, en Egipto o en la zona de Libia que limita con Cirene; algunos somos forasteros de Roma, otros judíos o prosélitos; también hay cretenses y árabes; y cada uno los oímos hablar de las maravillas de Dios en nuestra propia lengua

Salmo
Sal 103,1ab.24ac.29bc-30.31.34


R/. Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra

Bendice, alma mía, al Señor:
¡Dios mío, qué grande eres!
Cuántas son tus obras, Señor;
la tierra está llena de tus criaturas. R/.

Les retiras el aliento, y expiran
y vuelven a ser polvo;
envías tu aliento, y los creas,
y repueblas la faz de la tierra. R/.

Gloria a Dios para siempre,
goce el Señor con sus obras.
Que le sea agradable mi poema,
y yo me alegraré con el Señor. R/.


Segunda lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (12,3b-7.12-13):

Nadie puede decir: «Jesús es Señor», si no es bajo la acción del Espíritu Santo. Hay diversidad de dones, pero un mismo Espíritu; hay diversidad de ministerios, pero un mismo Señor; y hay diversidad de funciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos. En cada uno se manifiesta el Espíritu para el bien común. Porque lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, a pesar de ser muchos, son un solo cuerpo, así es también Cristo. Todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu.


Secuencia

 












Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequia,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.

Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Juan (20,19-23):

Al anochecer de aquel día, el día primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: «Paz a vosotros.»
Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo.»
Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.»

Comentarios: 

NECESITADOS DE SALVACIÓN        


El Espíritu Santo de Dios no es propiedad de la Iglesia. No pertenece en exclusiva a las religiones. Hemos de invocar su venida al mundo entero tan necesitado de salvación.

Ven Espíritu creador de Dios. En tu mundo no hay paz. Tus hijos e hijas se matan de manera ciega y cruel. No sabemos resolver nuestros conflictos sin acudir a la fuerza destructora de las armas. Nos hemos acostumbrado a vivir en un mundo ensangrentado por las guerras. Despierta en nosotros el respeto a todo ser humano. Haznos constructores de paz. No nos abandones al poder del mal.

Ven Espíritu liberador de Dios. Muchos de tus hijos e hijas vivimos esclavos del dinero. Atrapados por un sistema que nos impide caminar juntos hacia un mundo más humano. Los poderosos son cada vez más ricos, los débiles cada vez más pobres. Libera en nosotros la fuerza para trabajar por un mundo más justo. Haznos más responsables y solidarios. No nos dejes en manos de nuestro egoísmo.

Ven Espíritu renovador de Dios. La humanidad está rota y fragmentada. Una minoría de tus hijos e hijas disfrutamos de un bienestar que nos está deshumanizando cada vez más. Una mayoría inmensa muere de hambre, miseria y desnutrición. Entre nosotros crece la desigualdad y la exclusión social. Despierta en nosotros la compasión que lucha por la justicia. Enséñanos a defender siempre a los últimos. No nos dejes vivir con un corazón enfermo.

Ven Espíritu consolador de Dios. Muchos de tus hijos e hijas viven sin conocer el amor, el hogar o la amistad. Otros caminan perdidos y sin esperanza. No conocen una vida digna, solo la incertidumbre, el miedo o la depresión. Reaviva en nosotros la atención a los que viven sufriendo. Enséñanos a estar más cerca de quienes están más solos. Cúranos de la indiferencia.

Ven Espíritu bueno de Dios. Muchos de tus hijos e hijas no conocen tu amor ni tu misericordia. Se alejan de Ti porque te tienen miedo. Nuestros jóvenes ya no saben hablar contigo. Tu nombre se va borrando en las conciencias. Despierta en nosotros la fe y la confianza en Ti. Haznos portadores de tu Buena Noticia. No nos dejes huérfanos.

Ven Espíritu vivificador de Dios. Tus hijos e hijas no sabemos cuidar la vida. No acertamos a progresar sin destruir, no sabemos crecer sin acaparar. Estamos haciendo de tu mundo un lugar cada vez más inseguro y peligroso. En muchos va creciendo el miedo y se va apagando la esperanza. No sabemos hacia dónde nos dirigimos. Infunde en nosotros tu aliento creador. Haznos caminar hacia una vida más sana. No nos dejes solos. ¡Sálvanos!  
José Antonio Pagola

Difunde la invocación al Espíritu Pásalo.


PARROQUIA DE SAN VICENTE MÁRTIR. UNIDAD PASTORAL ABANDO-ALBIA. PASTORAL BARRUTIA. BILBAO. Tfno. 94 423 12 96. Web: http://sanvicentemartirdeabando.org


Acciones del Espíritu Santo


El Espíritu es quien da el hálito de vida.

El Espíritu gime en nuestro propio interior.

El Espíritu ora dentro de nosotros.

El Espíritu mora dentro de nosotros.

El Espíritu ama en lo más íntimo de nuestra propia intimidad

El Espíritu nos habita y nos hace templos suyos

El Espíritu nos regala el sentimiento consolador.

El Espíritu nos deja gustar la paz más profunda.

El Espíritu nos defiende de nosotros mismos.

 

Las acciones sacrametales


En el bautismo hemos sido ungido y consagrados por el Espíritu Santo

En la Confirmación hemos sido ungidos y fortalecidos por el Espíritu Santo.

En la Confesión se nos perdonan los pecados por el Espíritu Santo.

En la Eucaristía se transforman los dones del pan y del vino en el Cuerpo y Sangre de Cristo, por el Espíritu Santo.

El Espíritu Santo consagra y expropia a los presbíteros los hace mediación de Cristo.

El Espíritu Santo concede el don del amor divino a quienes se unen en el don mutuo del matrimonio.

Llamada personal


Jesús sigue llamando. El Espíritu Santo deja sentir en el interior de la persona el susurro que atrae la atención del vocacionado.

Sígueme, y no mires atrás.
Sígueme, y no te compares con nadie.
Sígueme, y no te excuses en tu debilidad.
Sígueme, yo iré delante de ti.
Sígueme, yo iré a tu paso, junto a ti.
Sígueme, toma tu cruz y vente conmigo.
Sígueme, y conocerás lo que es el Amor.
ANGEL MORENO, BUENAFUENTE DEL SISTAL.


María Celeste Crostarosa nos deja HOY este texto:

Así, como PIEDRA VIVA, tallada con los duros golpes de toda clase de dolores, produce muchas piedras para el magnífico edificio  del TEMPLO VIVO DEL DIOS VERDADERO, de manera que el hombre Dios fue la GRAN PIEDRA puesta por el PADRE para tal edificio en la tierra. (...)


Jesús es la piedra angular, porque sobre él en el mundo entero está edificada la Iglesia. El ESPÍRITU SANTO formó convenientemente esta PIEDRA ANGULAR en el seno de MARÍA, porque de ella se sacarían todas las demás piedras tan bien trabajadas para unirlas y colocarlas en el sagrado templo. De la piedra que es CRISTO formó doce principales que, como FUERTES COLUMNAS,   sostendrían el edificio y fueron los DOCE APÓSTOLES.   (Ejercicio de amor, 5 de febrero) Siglo XVIII