jueves, 3 de febrero de 2011

DONDE HAY AMOR HAY LUZ Y SAL


CONTEMPLAR


Nos dice la Palabra:

Isaías 58,7-10
Sal 111,4-5.6-7.8a.9
1 Corintios 2,1-5
Mateo 5,13-16



Parte tu pan con el hambriento, hospeda a los pobres sin techo, viste al que ves desnudo, y no te cierres a tu propia carne...
Sólo vivir compartiendo me hace descubrir ese “Aquí estoy” que nos dice Dios.
Y entonces la LUZ está en mi y puedo ser luz para los otros.

Si no descubro esa Presencia de Dios en mi vida y en el mundo.
¿Qué he hecho con mi vida?

Vosotros sois la sal de la tierra. Quiero sazonar nuestro mundo, darle este toque que necesita para cumplir esta Palabra del profeta que acabo de proclamar. Necesitamos ser testigos de la Presencia de un Dios que se ha metido en nuestra nuestra carne y en nuestra historia: en nuestro dolor, en nuestras luchas, en nuestras esperanzas, en nuestra fragilidad.

Vosotros sois la luz del mundo. Quiero ser luz para los que me rodean pero ¿tengo luz en mi?
Con los hermanos de Taizé puedo cantar:

Cristo Jesús, mi luz interior, no dejes que mis tinieblas tengan voz...” y susurrarme dentro de mi este canto o este estribillo  dejando que Él alumbre mi interior... en silencio.

Contempladlo y quedaréis radiantes... Salmo 33



Mª Celeste nos dice:

Hija: vigila tu corazón para purificar tus movimientos tanto interiores como exteriores, para que todas tus acciones sean fruto del AMOR y tus deseos sean solo deseo de darme gusto y tus pensamientos y palabras sean solo para mi gloria y movidas por la pureza del amor. D. 2 7