sábado, 1 de diciembre de 2012

LEVANTÁOS - SE ACERCA VUESTRA LIBERACIÓN

 Domingo 1º de Adviento - Ciclo C


DE NUEVO NOS PONEMOS EN CAMINO... VIENE BIEN RENOVARSE SIEMPRE Y EN ESTOS TIEMPOS MÁS AÚN. La crisis, el dolor en carne propia o enla de nuestros hermanos que sufren el paro, el expolio de la vivienda, la injusticia,  etc. nos tiene que ayudar a INICIAR ESTE ADVIENTO en la paz y en la vigilancia, en la espera de unos cielos nuevos y una tierra nueva. 

Nuestro corazón no puede dejarse llevar del pesimismo ni de la tristeza. DIOS EN PERSONA VIENE A SALVARNOS, A CONTAGIARNOS VIDA, AMOR, SENCILLEZ, VERDAD, PAZ...

En esta oración una vez más retomamos la Palabra de Dios del primer domingo del Adviento. Lo hacemos en clave de salvación, de interpelación, de amor. 

Si necesitamos hacer la lectio más despacio ahí tenéis el enlace de los Carmelitas y un comentario de un joven misionero redentorista, aún no ordenado sacerdote. 

Si te ayuda a centrarte puedes hacer una oración escrita, puedes escribir una carta a Dios y escuchar su RESPUESTA.

Si no te hace falta, penetra el silencio, permanece alerta al don de Dios y déjate llevar. No importa que no sientas nada. Estáte ahí ante su Presencia como un pobre que todo lo recibe de Aquél en quien ha puesto su confianza. Si se te da en forma de consolación, dale gracias, si no hay consuelo, también dale gracias. Si necesitas centrarte pídele el don que necesites para esta semana.
Si se te da a través de un susurro, permanece en él. Si solo hay silencio, permanece en él. Dios no se muda, la paciencia todo lo alcanza, quien a Dios tiene nada le falta, sólo Dios basta, nos dice Santa Teresa de Jesús. mlred-en




Primera lectura
Lectura del libro de Jeremías (33,14-16):


Mirad que llegan días –oráculo del Señor– en que 

cumpliré la promesa que hice a la casa de Israel y a la casa de Judá. En aquellos días y en aquella hora suscitaré a David un vástago legítimo, que hará justicia y derecho en la tierra. En aquellos días se salvará Judá y en Jerusalén vivirán tranquilos, y la llamarán así: Señor-nuestra-Justicia.

Salmo
Sal 24

R/. A ti, Señor, levanto mi alma

Señor, enséñame tus caminos,
instrúyeme en tus sendas,
haz que camine con lealtad;
enséñame, porque tú eres
mi Dios y Salvador. R/.

El Señor es bueno y recto,
y enseña el camino a los pecadores;
hace caminar a los humildes con rectitud,
enseña su camino a los humildes. R/.

Las sendas del Señor son misericordia y lealtad,
para los que guardan su alianza y sus mandatos.
El Señor se confía con sus fieles
y les da conocer su alianza. R/.

Segunda lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses (3,12–4,2)

Que el Señor os colme y os haga rebosar de amor mutuo y de amor a todos, lo mismo que nosotros os amamos. Y que así os fortalezca internamente; para que, cuando Jesús nuestro Señor vuelva acompañado de todos sus santos, os presentéis santos e irreprensibles ante Dios nuestro padre. Para terminar, hermanos, por Cristo Jesús os rogamos y exhortamos: habéis aprendido de nosotros como proceder para agradar a Dios: pues proceded así y seguid adelante. Ya conocéis las instrucciones que os dimos en nombre del Señor Jesús.


Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Lucas (21,25-28.34-36):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, enloquecidas por el estruendo del mar y del oleaje. Los hombres quedarán sin aliento por el miedo y la ansiedad, ante lo que se le viene encima al mundo, pues los astros temblarán. Entonces, verán al Hijo del Hombre venir en una nube, con gran poder y majestad. Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación.»

http://ocarm.org/





Mª CELESTE NOS DEJA HOY ESTA PALABRA:


Entrando el alma en su POBREZA (humillaciones y oscuridad), aunque esté en tu presencia está como una pobre mendiga y ciega y no te pide nada porque está ciega. Tú, Dios mío, la estás mirando y vas a su encuentro con suma piedad porque eres amigo de los humildes. Has bajado del cielo con hábito de POBRE Y MENDIGO Y VAS A SU ENCUENTRO, te inclinas hasta el suelo no te desdeñas en curar  la ceguera del alma que amas, la cual está humildemente ante ti, luz y única medicina de salvación eterna... 
Jardín Interior 251