jueves, 10 de marzo de 2011

PARARME Y CONTEMPLAR LO QUE DIOS HACE CON NOSOTROS




ORACIÓN CUARESMA



Lectura del santo evangelio según san Mateo (6,1-6.16-18):


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario, no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, no vayas tocando la trompeta por delante, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres; os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará. Cuando recéis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta rezar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea la gente. Os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, cuando vayas a rezar, entra en tu aposento, cierra la puerta y reza a tu Padre, que está en lo escondido, y tu Padre, que ve en lo escondido, te lo pagará. Cuando ayunéis, no andéis cabizbajos, como los hipócritas que desfiguran su cara para hacer ver a la gente que ayunan. Os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no la gente, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensara.»


CONTEMPLACIÓN

Hoy quiero pararme a contemplar
lo que Dios hace con nosotros,
conmigo misma/o.
Empiezo la cuaresma,
tiempo de escucha a Dios, 
a la Palabra y al hermano
tiempo de oración,
tiempo de discernir.
¿Dónde estoy plantado?
¿Qué vivo?
¿Qué amo?
¿Dónde pongo mi confianza?
¿Me dejo amar por el que nos ha amado primero?



Aquél que desea encontrar la sabiduría espiritual debe estar a la escucha de su conciencia a través de la meditación practicada en el silencio interior y en la oración. Marie Leconte traducida por M. L. Rosado en http://sanvicentemartirdeabando.org/homilias.htm


HOY quiero contemplar 
la Palabra de Jesús y su magisterio.
Me quiero centrar
en su oración
y
en mi “aposento”,
en mi corazón,
en mi interior,
Él está ahí esperándome
cada día.

En los días de luz y alegría:
“Yo te bendigo, Padre,
porque te has revelado
a la gente sencilla.”

Y en los días de angustia y dolor:
“Padre, aparta de mi este cáliz
pero no se haga mi voluntad sino la tuya”.
¡Padre, perdónales porque no saben lo que hacen!

También está esperándome en los días de resurrección,
ahí dónde descubro su Presencia Viva
en mi corazón,
en los hermanos
y en mil circunstancias.

Entro en lo secreto y me voy acallando.

De fondo,
siempre:
LO QUE DIOS HACE EN NOSOTROS Y EN MÍ.


Le escucho internamente
y me dejo seducir por su Presencia
en este tiempo de Cuaresma y de Escucha.
No tengo miedo del silencio.
Ahí se me entrega Dios.
mlred-en




Dice M. Celeste:


Ven en mi amor y en mi seguimiento

mira todo lo que me complazco
obrar en ti
en este día.
Deseo entrar en tu alma como entré
en la ciudad de Jerusalén. 
M. Celeste Crostarosa
Meditaciones de Cuaresma 1



SUGERENCIAS PASTORALES: