jueves, 31 de marzo de 2011

VE LA LUZ DE SU CIELO INTERIOR





Domingo 4º de Cuaresma - Ciclo A

Domingo 03 de Abril del 2011

Oración

Pidamos como don la luz de la fe.

Padre de la luz:
Tú ciegas los ojos de los que piensan que ven
porque sólo confían en sus propias actitudes;
deja a tu Hijo que abra los ojos de los que anhelan tu luz.
Que Jesús, luz del mundo,
nos cure y nos dé fe y comprensión.
Que restaure nuestra visión
para que veamos el camino
que nos conduce a ti y a los hermanos,
y para que, al final de  nuestra ruta,
te veamos con gozo exultante a ti, nuestro Dios,
por los siglos de los siglos.

LAS LECTURAS

Primera lectura

Lectura del primer libro de Samuel (16,1b.6-7.10-13a):

En aquellos días, el Señor dijo a Samuel: «Llena la cuerna de aceite y vete, por encargo mío, a Jesé, el de Belén, porque entre sus hijos me he elegido un rey.»
Cuando llegó, vio a Eliab y pensó: «Seguro, el Señor tiene delante a su ungido.»
Pero el Señor le dijo: «No te fijes en las apariencias ni en su buena estatura. Lo rechazo. Porque Dios no ve como los hombres, que ven la apariencia; el Señor ve el corazón.»
Jesé hizo pasar a siete hijos suyos ante Samuel; y Samuel le dijo: «Tampoco a éstos los ha elegido el Señor.»
Luego preguntó a Jesé: «¿Se acabaron los muchachos?»
Jesé respondió: «Queda el pequeño, que precisamente está cuidando las ovejas.»
Samuel dijo: «Manda por él, que no nos sentaremos a la mesa mientras no llegue.»
Jesé mandó a por él y lo hizo entrar: era de buen color, de hermosos ojos y buen tipo.
Entonces el Señor dijo a Samuel: «Anda, úngelo, porque es éste.»
Samuel tomó la cuerna de aceite y lo ungió en medio de sus hermanos. En aquel momento, invadió a David el espíritu del Señor, y estuvo con él en adelante.




Salmo

Sal 22,1-3a.3b-4.5.6

R/.
 El Señor es mi pastor, nada me falta

El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar,
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas. R/.

Me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan. R/.

Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa. R/.

Tu bondad y tu misericordia
me acompañan todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término. R/.



Segunda lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (5,8-14):

En otro tiempo erais tinieblas, ahora sois luz en el Señor. Caminad como hijos de la luz –toda bondad, justicia y verdad son fruto de la luz–, buscando lo que agrada al Señor, sin tomar parte en las obras estériles de las tinieblas, sino más bien denunciadlas. Pues hasta da vergüenza mencionar las cosas que ellos hacen a escondidas. Pero la luz, denunciándolas, las pone al descubierto, y todo lo descubierto es luz. Por eso dice: «Despierta, tú que duermes, levántate de entre los muertos, y Cristo será tu luz.»




Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Juan (9,1.6-9.13-17.34-38):

En aquel tiempo, al pasar Jesús vio a un hombre ciego de nacimiento. Y escupió en tierra, hizo barro con la saliva, se lo untó en los ojos al ciego y le dijo: «Ve a lavarte a la piscina de Siloé (que significa Enviado).»
Él fue, se lavó, y volvió con vista. Y los vecinos y los que antes solían verlo pedir limosna preguntaban: «¿No es ése el que se sentaba a pedir?»
Unos decían: «El mismo.»
Otros decían: «No es él, pero se le parece.»
Él respondía: «Soy yo.»
Llevaron ante los fariseos al que había sido ciego. Era sábado el día que Jesús hizo barro y le abrió los ojos. También los fariseos le preguntaban cómo había adquirido la vista.
Él les contestó: «Me puso barro en los ojos, me lavé, y veo.»
Algunos de los fariseos comentaban: «Este hombre no viene de Dios, porque no guarda el sábado.»
Otros replicaban: «¿Cómo puede un pecador hacer semejantes signos?»
Y estaban divididos. Y volvieron a preguntarle al ciego: «Y tú, ¿qué dices del que te ha abierto los ojos?»
Él contestó: «Que es un profeta.»
Le replicaron: «Empecatado naciste tú de pies a cabeza, ¿y nos vas a dar lecciones a nosotros?»
Y lo expulsaron.
Oyó Jesús que lo habían expulsado, lo encontró y le dijo: «¿Crees tú en el Hijo del hombre?»
Él contestó: «¿Y quién es, Señor, para que crea en él?»
Jesús le dijo: «Lo estás viendo: el que te está hablando, ése es.»
Él dijo: «Creo, Señor.» Y se postró ante él.



ORACIÓN Y CONTEMPLACIÓN



Me sitúo en esta oración desde la búsqueda de Dios.
Contemplo el evangelio de hoy después de haberlo leído pausadamente.
Dejo que entre en mi corazón como un soplo de aire fresco.
Le presento toda mi ceguera, mi noche a veces muy oscura, mis egoísmos y faltas de amor... Mi mentira y mi inautenticidad...
Hago silencio, mucho silencio.
Dejo que Jesús actúe en mi e ilumine alguna  zona de mí misma/o
que necesita ser evangelizada... 
¡Señor, que pueda ver! Que pueda verte. Que pueda contemplarte y contemplar las maravillas que haces en nosotros.   
Hago más y más silencio. 
Me dejo sorprender por lo que Dios hace en mi. 


M Celeste dice:

                        Fíate, ¡Sal de tu ceguera!


Luz espléndida, vista de los ciegos, Verbo, Hombre Dios, Jesús, Tus aguas clarísimas corren por toda tu Iglesia como un torrente abundante. Al abrirse los ojos de un alma que te ama y al quitarle la membrana de su antigua soberbia, ve tus resplandores de luz y hasta dónde han llegado tus humillaciones y aniquilaciones, (tu bajeza y pobreza), Y se convirtió en luz y en sol. (Est 10 6) Con esta vista el alma ve la luz de su cielo interior en el que este sol de Dios aparece más resplandeciente entre sus densas tinieblas para que se manifiesten las obras de Dios en él. (Jn 9 3) Entonces el alma conoce muy claramente lo que Dios ha obrado en ella. Y cómo estaba verdaderamente ciega. Entonces ve que que sus tinieblas se han convertido en luz y que cuando creía que ya no volvería a ver más ni a ser mirada, entonces fue curada de su ceguera con el lodo de su pobreza... 
M. Celeste Crostarosa - siglo XVIII -  Meditaciones  - Evangelio de San Juan - Curación de un ciego de nacimiento 249