viernes, 19 de agosto de 2011

Y TÚ, DESDE EL CORAZÓN, ¿QUIÉN DICES QUE ES JESÚS?


EL COMPROMISO DE UNA FE VIVA

Entra en lo profundo ... 

En lo más profundo de mí mismo,
ahí dónde habita la paz, la justicia y el amor, 
ahí donde no habita la crítica, ni la desazón, ni la tristeza, ...
ahí dónde estoy YO,
donde SOY YO MISMO, 
¿QUÉ DICES DE MÍ A LOS DEMÁS?

QUIZÁS ESCUCHE ESTOS DÍAS LA CONFIRMACIÓN DE MI FE A TRAVÉS DE ALGÚN GESTO O DE ALGUNA PALABRA DE NUESTRO PASTOR BENEDICTO XVI. 

DEJO QUE LA PALABRA  PENETRE TODO MI SER. 
Vuelvo a retomarla:
¿Quién dice la gente que soy YO?
¿Quién dice la gente que eres Tú?
¿Qué dices tú de Jesús?
 ..... TÚ ERES PEDRO... y sobre este pedrusco edificaré mi IGLESIA.

Oración


Dios, Padre nuestro,


que unes los corazones de tus fieles

en un mismo deseo;

inspira a tu pueblo el amor a tu voluntad

y la firme esperanza en tus promesas para que,

en medio de las dificultades de la vida,

mantenga siempre firme su confianza en Ti

y goce de la verdadera alegría.





Primera lectura
Lo hincaré como un clavo en sitio firme

Lectura del libro de Isaías (22,19-23):

Así dice el Señor a Sobná, mayordomo de palacio: «Te echaré de tu puesto, te destituiré de tu cargo. Aquel día, llamaré a mi siervo, a Eliacín, hijo de Elcías: le vestiré tu túnica, le ceñiré tu banda, le daré tus poderes;
será padre para los habitantes de Jerusalén, para el pueblo de Judá. Colgaré de su hombro la llave del palacio de David: lo que él abra nadie lo cerrará, lo que él cierre nadie lo abrirá. Lo hincaré como un clavo en sitio firme, dará un trono glorioso a la casa paterna.»

Salmo
Sal 137,1-2a.2bc-3.6.8bc



R/. Señor, tu misericordia es eterna,

No abandones la obra de tus manos

Te doy gracias, Señor, de todo corazón; 
delante de los ángeles tañeré para ti, 
me postraré hacia tu santuario, 
daré gracias a tu nombre. R/. 

Por tu misericordia y tu lealtad, 
porque tu promesa supera a tu fama; 
cuando te invoqué, me escuchaste, 
acreciste el valor en mi alma. R/. 

El Señor es sublime, 
se fija en el humilde 
y de lejos conoce al soberbio. 
Señor, tu misericordia es eterna, 
no abandones la obra de tus manos. R/.




Segunda lectura

A él la gloria por los siglos
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (11,33-36):

¡Qué abismo de generosidad, de sabiduría y de conocimiento, el de Dios! ¡Qué insondables sus decisiones y qué irrastreables sus caminos! ¿Quién conoció la mente del Señor? ¿Quién fue su consejero? ¿Quién le ha dado primero, para que él le devuelva? Él es el origen, guía y meta del universo. A él la gloria por los siglos. Amén.

Evangelio

«Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?» 
Lectura del santo evangelio según san Mateo (16,13-20):

En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: «¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?»
Ellos contestaron: «Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas.»
Él les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?»
Simón Pedro tomó la palabra y dijo: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.»
Jesús le respondió: «¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo. Ahora te digo yo: tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo.»
Y les mandó a los discípulos que no dijesen a nadie que él era el Mesías.



Nos dice Mª Celeste:

La persona amante y fiel  es la que, como Pedro, va detrás de su Maestro y lo conoce por su reflejo porque se deja conocer por el compromiso de una fe viva en la que el alma pone todas sus esperanzas y declara que no quiere seguir otro camino que el de sus pisadas. Con su oído escucha tu voz, entiende bien la palabra de verdad  contenida en la Palabra y  experimenta en su corazón tu divino amor. J I 210