martes, 21 de septiembre de 2010

´SÍGUEME! - SAN MATEO




¿Quién es este que con una sola palabra transforma para siempre de manera radical la vida del recaudador de impuestos sentado en su telonio? ¿Quién es este que, tras esa palabra, acepta la mesa de publicanos y pecadores? 

¿Quién es este que, tras pronunciar esa pasmosa palabra, confía de tal manera en aquel a quien la dirigió que no anda mirando para atrás nervioso para ver si, efectivamente, le sigue?

¿Quién es este que revoluciona la vida de Mateo de tal forma que lo abandona todo y se dedica a partir de ahora a predicar el evangelio por todo el mundo, que lo hace suyo, palabra de su vida, para que a toda la tierra alcance su pregón?

Porque hemos sido convocados a una vocación. Se nos ha llamado. Él mismo nos ha dicho: Sígueme. A cada uno su camino, pues el evangelio deberá llegar a todo la tierra, y son infinitas las posibilidades de vida y de acción. No todos somos iguales en ese seguimiento, que es tan personal. Cada uno el suyo, porque cada uno es llamado de una manera. Pero todos oímos la llamada de la vocación: Sígueme. Cada uno con nuestros oídos, con lo que era nuestra vida, con la gracia que nos acoge y empuja. Por eso son tan distintos los caminos. Por eso todos, en el seguimiento, son tan válidos. Y así se forma una tupida red evangelizadora por todo el mundo.